¿Cómo habrá engendrado a sí mismo?
¿Qué huellas del crecimiento lleva?
El color del bosque, en definitiva, es el de agua.
Es el color de nube, el color de granito,
es el color de lluvia y nieve, el color de humus.
Flotando como una isla, sobre una inmensa cantidad de agua
este bosque, en esta tierra, suavemente se mece.
Es el color de niebla, color de aguja de hielo.
A partir de todos estos colores del agua, como si siguieran una escala musical de la naturaleza
crecen todos los matices de verde.
Con la respiración y vibración de clorofila
el verde latente se aguza como la cola de pez raya,
florece, baila, y se enloquece.
¿Cuál de sus movimientos se traslada al fonógrafo de la naturaleza?
Mira, este zarcillo tiene la forma idéntica a la de mi remolino del cabello.
Baila con vigor como el caracol el espiral de la vida.
(Una traducción tentativa por Eiko Minami)