El otoño viene caminando, con los infalibles pasos del viento,
A través del pantano, a través de la angosta abertura entre hierbas plateadas.
Nosotros también caminamos, en silencio,
Con la intención de recibir este otoño temprano.
Caminando por el estrecho sendero de madera, divisamos las siluetas de las montañas lejanas.
Entre la sombra de las altas hierbas plateadas, las libélulas de viva sabiduría bailan con frenesí.
Y los que se ocultan en la oscuridad, ¿de qué pasado son?
¿Rompieron el hielo aquí?
¿Quemaron las piedras aquí?
¿Bajo el sol naranja de qué estación, y bajo qué tipo de nube de lluvia?
¿Cantaron?
¿Tocaron flautas y cuerdas?
¿Cazaron aves en parvada?
Mis oídos no alcanzan las antiguas melodías escondidas bajo las altas plantas
Pero no hace falta dejar la esperanza que murmura como las nubes.
A todos ustedes, me dirijo.
(Una traducción tentativa por Eiko Minami)